"No es feliz quien más tiene, sino el que menos necesita", esta frase seguramente ha de recibir muchos likes, y es que a primera vista suele parecer muy lógica y humana. Sin embargo, si partimos de la premisa de que los seres humanos tenemos naturalmente necesidades materiales y sobre todo necesitamos de otros seres humanos (hecho que por cierto se ha olvidado);intentar argumentar que la felicidad está en “necesitar menos” sería incompleta y a mi parecer demasiado presuntuoso. Todos nos necesitamos, los unos de los otros, no lo olvidemos. Para la mayoría es más fácil recibir, las personas están esperando recibir algo, no importa que, lo que importa es tener y tener más. Tampoco están preocupados, ni atentos a lo que le pueda faltar a quienes están alrededor. Entonces queda en evidencia que todos nos necesitamos, pero no a todos nos gusta dar, nos cuesta desprendernos de algo, aun de nuestro tiempo. Muchas personas en el mundo necesitan solo un poco de aquello que nosotros tenemos. Entonces lo que hace falta es aprender a dar, y es justamente en dar que podemos hallar mayor felicidad. Este principio fue mencionado por el Señor Jesucristo hace ya un buen tiempo, “…Hay más dicha en dar que en recibir.” (Hch. 20:35) estoy convencido que no ha perdido vigencia en lo absoluto. Si la humanidad aplicara un poco de esta gran verdad, muchas cosas sería diferentes hace un buen rato.
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